Después de nuestro primer día en Entebbe nos poníamos en ruta, rumbo al Parque Nacional de Murchinson. Para ello tocaba cruzar la capital Kampala. Como toda capital africana encontramos un caos de gente y tráfico que ralentiza la marcha. La parada a medio camino será Ziwa, el santuario del rinoceronte blanco.

Y es que es una ciudad muy poblada respecto a su tamaño, donde viven más de 1.680.000 habitantes. Su actividad económica en su mayoría va desde la industria (maquinaria e inmobiliaria) y los productos agrícolas como el té, café, algodón y azúcar.

Nos sorprende que en unas cuantas paradas de bus hay vendedores de comida y refrescos, y no unos pocos. En un momento teníamos el coche rodeado de gente con tipo de productos. Aunque no había mucha gana ya que habíamos desayunado hace poco compramos unos pinchos de pollo e hígado. Sobretodo el primero estaba muy bueno, y el precio apenas llegaba al euro.

Debido a que no teníamos mucho tiempo no pudimos ver mucho de la ciudad. Hay un free tour disponible en Kampala, pero tendrá que ser para otra ocasión. Nos hubiera gustado hacerlo para ver si nos íbamos de allí con otra sensación de no solo caos y tráfico.

Segunda etapa

En este camino hacia Murchinson visitamos Ziwa, un santuario para la conservación del rinoceronte blanco que se encuentra en Mukerenge. Lamentablemente este animal debido a la caza furtiva se extinguió oficialmente en 1983. Entre la afición por la caza del dictador Idi Amin y la guerra civil años más tarde acabaron con este bello animal. Los soldados los cazaban (y a otros animales) y vendían sus cuernos para obtener beneficios económicos.

Una belleza para los ojos

Ziwa nació en el año 2005. Gracias a la ONG Rhino Fund Uganda y la UWA (Uganda Wildlife Authority) crean este proyecto de reintrodución del rinoceronte en un espacio de semi libertad que ocupa unas 7000 hectáreas.

Los primeros rinocerontes llegaron al santuario en el año de apertura donados por Kenia y Estados Unidos Estos últimos del zoo, Animal Kingdom de Florida. En 2009 nació la primera cría de rinoceronte. Curiosamente se le puso el nombre de Obama, ya que como el ex presidente de los EEUU era de madre americana y padre keniata.

En agosto de 2022 ya se contaban con más de 50 especies, así que el trabajo está dando sus frutos. La idea es que vuelvan a los Parque Nacionales poco a poco. Por eso cuando se hace turismo debemos de ver el impacto que tenemos en cada paso que hacemos. En este caso estamos colaborando con nuestra visita en este gran proyecto y con nuestro pequeño aporte contribuimos en la existencia de esta especie en le país.

Ya no me enrollo más y a cuento un poco la experiencia. La visita consiste en visitar la zona de la mano de un guía, el cual te indica los lugares y hasta donde puedes acercar. El precio para visitar y con el cual colaboras para su mantenimiento es de 50 dólares americanos.

Debido a las lluvias de días pasados el terreno está lleno de charcos por lo que nos equipan con unas botas de agua a todo el mundo. Necesarias ya que en algunos terrenos nos hubiéramos mojado el calzado entero y el pantalón.

A nada de llevar caminando nos pocos minutos observamos a dos especies al lado de un antílope de agua que también viven en el santuario.

Rinocerontes con antílopes

Aunque las primeras especies las empezamos a ver a cierta distancia y hacía falta el uso de prismáticos o el teleobjetivo de la cámara a medida que nos introducimos en el lugar los tenemos a escasos metros. Hubo un momento en el que hicimos una panorámica del lugar y llegamos a ver hasta ¡¡11!! de una tirada.

La verdad que imponen tan de cerca, por mucho que te digan que son miopes y que están acostumbrados al paso de los humanos. Aún así nos dieron unas indicaciones de seguridad.

Evidentemente no llegamos a los más de 50 que habitan aquí, pero no pensaba que veríamos a tantos. Vemos también algún que otro Ranger que son los cuidadores de la zona, vigilan las 24 horas para evitar la caza furtiva. A ver si en pocos años tenemos la suerte de poderlos ver viviendo en su lugar natural. Muchas veces pienso que la raza humana es lo peor que le puede pasar al planeta, y no solo por los cazadores que extinguen animales.

Una actividad que creo que es indispensable para todo el que visite Uganda, ya no sólo por ver uno de los big 5 sino por la colaboración en que estos proyectos sigan existiendo. Aquí tenemos zona para acampar así que no tendrás problema en quedarte a dormir ya sea antes o después de tu visita.

En el mismo santuario nos preparó Patrick (el cocinero del grupo) una deliciosa comida, era la primera que nos realizaba y nos conquistó a la primera. Un lujo llegar, comer y entre estos preciosos paisajes. Ya por la tarde nos dirigimos a Masindi, para dormir allí y estar a las puertas de uno de los lugares más bonitos de Uganda, el Parque Nacional Murchinson.

Si quieres ver un poco más de esta visita os dejamos como siempre nuestro capítulo subido al canal de Youtube. También si quieres saber más de como viajar a Uganda tienes más posts en nuestro blog, así como nuestro podcast en las diferentes plataformas de audio.

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